Tom
O’Bedlam, es decir Tom Of Bedlam, es en principio en la obra “Rey Lear”, el
“disfraz” que toma el personaje de Edgar, quien aparece en la escena de la
tormenta en los acantilados de Dover junto al propio rey y al Fool, mostrándose allí -y como bien se
ha dicho- tres formas de locura. La real o “clínica”, podría decirse hoy, de
Lear, la fingida de Edgar (disfrazado de Tom O’Bedlam), quien finge locura para
hacer lo que hoy llamaríamos “rol
playing” y así curar al rey destronado por dos de sus hijas mediante este
espejo. Finalmente tenemos la locura-locura del bufón o Fool.
Bedlam
fue o se fue haciendo el apócope de St. Mary of Bethlehem, Santa María de
Belén, nombre del asilo de orates de Londres creado a mediados del siglo trece.
Esta transformación no puede fecharse, pero seguramente corre en paralelo a
tantas transformaciones -poéticas, arquitectónicas, lingüísticas, lúdicas y
demás- puestas en marcha durante los dos
siglos anteriores a Shakespeare.
Obviamente el apócope en “Bed Lam”
nos da “un lecho de golpes o de castigo” y si sumamos la “b” a “lam”, “lecho del cordero”, lo cual creo
que no presente muchas complicaciones para entender este nuevo significado.